Scalped: The Gravel in your Guts

julio 29, 2009 at 3:50 pm (DC, Noir, Vertigo)

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Scalped es la serie. Nadie que se declare fan del noir puede perdérsela. Ni nadie que disfrute con series como The Wire o Los Soprano. Ya lo dejé escrito aquí después de leer ávidamente los tres primeros TPBs yankis, y ahora, devorado el cuarto, no puedo sino volver a insistir en ello.
The Gravel in your Guts, título del cuarto TPB USA, todavía inédito en castellano, confirma el buen hacer de Jason Aaron al guión en una historia donde se contraponen dos voluntades, dos personajes en busca de principios tan dispares como la redención y la condenación. Y detrás de ellos una cruda realidad que les espolea en una carrera irremediablemente condenada al fracaso desde el pistoletazo de salida. Porque The Gravel in your Guts es una historia de fracaso que a buen seguro no os dejará impasibles.
Aquí Jason desvía la atención del que hasta ahora se había erigido como protagonista de la serie, Dash Bad Horse, para centrarse en el veterano Red Crow y el joven Dino Poor Bear, en una trama paralela donde el principal objetivo del guionista es profundizar en la caracterización de ambos personajes, aunque sin descuidar aspectos planteados previamente y que vienen a despejar algunas incógnitas.
En el aspecto gráfico R.M.Guéra vuelve a captar a la perfección el tono sórdido de la serie, con su estilo realista y de tintas cargadas, complementándose con el más que correcto trabajo de Davide Furnò, encargado de dibujar la historia que precede a la que da título al tomo, The Boudoir Stomp.
Lo dicho. Quedaos con este título. Dará que hablar. ¿Para cuándo una serie de la HBO?

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Evenfall, de Pete Stathis

julio 24, 2009 at 12:15 pm (Aventuras, Blue Feather Press)

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El deseo de huir de la realidad está implícito en el género fantástico. A veces la escapada viene propiciada por un evidente sentimiento de insatisfacción respecto a nuestra realidad, que puede presentar muchos matices y cuyas causas pueden ser múltiples. Contemplad el ejemplo de Sebastian, el protagonista de La historia interminable, que acaba yendo a parar a un mundo de fantasía desde una realidad definida por la tristeza en que le ha sumido la reciente muerte de su madre y el acoso que sufre en la escuela. Sirva ésto para ilustrar el caso del cómic que tengo entre manos, Evenfall, que guarda ciertas similitudes con el famoso libro de Michael Ende, aunque lo cierto es que ambas obras desarrollan un tema que ha acompañado al hombre desde que éste pasó a ser consciente de su situación y adquirió la capacidad de imaginar.
Evenfall es una serie poco conocida. Su autor, Pete Stathis, ha visto publicados dos tomos en Blue Feather Press, editorial cuya existencia desconocía y que a tenor de la poca información disponible en internet bien pudiera haber sido creada por el propio Pete para auto-editarse.
La protagonista de Evenfall es Phoebe Shankar, una joven que perdió a su madre hace nueve meses después de que un cáncer acabara con su vida. La vida de Phoebe no es fácil: No se ha recuperado de su pérdida; no le gusta su trabajo, que consiste en llevar a cabo diversas chapucillas de mantenimiento en fincas de vecinos; su vida sentimental se resiente de traumas que ha arrastrado toda su vida y que a menudo trata de mitigar con alcohol… Hasta que un día Phoebe empieza a ver y sentir cosas que le llevan a tener serios problemas para diferenciar sueño de realidad. Creyendo que todo podría solucionarse enfrentando a sus demonios particulares, algo que en su opinión pasa necesariamente por plantar cara a un turbio pasado de maltratos físicos dispensados por su madre, Phoebe acude a la tumba donde reposan sus restos. Y allí se ve arrastrada a otra realidad, un mundo de fantasía donde ella es presa de los secuaces del misterioso y cruel Rey Serpiente, que gobierna con puño de hierro en dichas tierras. Pero pronto su huida acabará convirtiéndose en una lucha por la supervivencia a la par que búsqueda de carácter existencial en tanto que tratará de arrojar un poco de luz y sentido a la que hasta el momento ha sido su vida.
Por lo comentado hasta ahora puede deducirse fácilmente que Evenfall es una serie que mezcla drama con aventura de corte fantástico. Aquí fantasía y realidad son elementos que el autor concibe como complementarios y que se hallan en evidente equilibrio.
A pesar de que la serie obedece a una concepción que no puede calificarse ni mucho menos como original sí que se le ha de reconocer que destaca entre toda la marabunta de títulos que salen a la luz cada mes en el mercado independiente norteamericano en tanto que ofrece un cómic de aventuras, entendidas éstas desde un punto de vista clásico que no está reñido con una evidente actualidad, cuyo resultado final es más que digno. Esta impresión final viene completada por una compleja caracterización de la protagonista, cuyo carisma es indiscutible, y la formulación de incógnitas que poco a poco es de esperar que se vayan desvelando, lo cual actúa de estímulo en la lectura, si bien en este aspecto hay que reconocer que el ritmo es irregular y llega a empantanarse un poco en el segundo volumen en alguna escena con la inclusión de largos textos de apoyo introspectivos. Aun así he de reconocer que tengo muchas ganas de leer el tercer y último volumen que cerrará la serie.
En el aspecto gráfico Pete Stathis evoluciona de forma palpable desde un estilo que tiene bastante de fanzine nada más comenzar el primer volumen a otro que pone en evidencia su solvencia narrativa.
En resumidas cuentas, una propuesta muy interesante que debería servir para que el lector europeo de comic norteamericano se planteara prestar un poco más de atención a los autores e iniciativas independientes dentro de un mercado donde los gigantes editoriales son quienes generalmente se llevan el gato al agua, y no siempre de forma merecida.

Para saber más:
– La página oficial del autor.
– Páginas de muestra de Evenfall : 1 2
– Evenfall resta inédita en nuestro país.

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Loveless, de Brian Azzarello

julio 21, 2009 at 12:18 am (DC, Planeta, Vertigo, Western)

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¿Por qué será que la mayor parte de ejemplos de cómics adscribibles al género del Western que consigo recordar son europeos? ¿No lo encontráis paradójico, habida cuenta de que el género tiene sus raices en Estados Unidos? De hecho, y haciendo un pequeño ejercicio de memoria (y éso en mi caso es indicador de escasa fiabilidad) ahora mismo sólo me viene a la cabeza otro ejemplo actual de una serie yanki que podríamos encuadrar dentro del Western.
Así pues, Loveless sería una excepción dentro de un panorama comiquero donde es Europa quien enarbola la bandera de un género prestado y del que me atrevería a decir que su público no destaca precisamente por su juventud (qué queréis que os diga, no concibo a un niño disfrutando de la lectura de un Blueberry, por ejemplo). La observación no es gratuíta, como se verá a continuación.
Brian Azzarello, el guionista de Loveless, ya había hecho sus pinitos dentro del género con una obra menor a la par que mediocre, que salió editada bajo el sello Vertigo, propiedad de DC, y que recibió el título de El Diablo, cuyo dibujante, Daniel Zezejl, es, curiosamente, uno de los que toman parte (junto a Marcelo Frusin, con quien Brien ya trabajó en Hellblazer, o Werther Dell’Edera) en la serie que tenemos entre manos. Según Azzarello El Diablo «plantó las semillas» para esta Loveless, también publicada dentro de Vertigo.
Azzarello retoma una iconografía que acaso bebe más del Spaghetti que del Western más clásico para contar una historia que gira en torno a la Venganza (sí, así, con mayúsculas) y que se halla ambientada en la posguerra del conflicto civil que enfrentó a unionistas y confederados, el Norte y el Sur. Un Western salvaje, cruel, quizás más cercano a la realidad que la imagen mítica que nos ha hecho llegar su producción más clásica.
La acción tiene lugar en Blackwater, un pueblo del sur, donde el recuerdo de la derrota sigue todavía vivo, nutrido por las ignominiosas condiciones impuestas por los vencedores y la sangre vertida, un escenario donde además confluye un odio racial de amplio espectro que se encuentra en la misma base de la historia norteamericana. De hecho, parece que la intención del guionista era la de llevar a cabo una ambiciosa obra que tratara escabrosos temas en torno al carácter y nacimiento de una nación, la norteamericana, relacionándolos con la propia naturaleza humana, y que conllevaba el que la narración acabase en 1940. Los últimos tres números de la colección, que se encuentran fuera de la continuidad argumental y cronológica de la primera historia narrada en la serie, vendrían a avalar el fundamento del plan original de Azzarello. Desafortunadamente Loveless no tuvo éxito y acabó siendo cancelada en su número 24.
Loveless presenta una historia simple, llana, acorde al género, pero no por ello exenta de fuerza expresiva, igualmente en consonancia con la potencia que brinda el Western. Y Azzarello se muestra especialmente hábil en esta obra, donde la violencia, cruda, detenta un papel primordial, en la línea a la cual el guionista ya nos acostumbró con su serie 100 balas, hasta la fecha su obra más ambiciosa y que más fama le ha reportado. Respecto a otros cómics europeos que tienen también al Western como referente, Azzarello utiliza un lenguaje más directo, junto a una evidente reducción de los diálogos, así como un ritmo más dinámico, características con las que estará familiarizado el lector habitual de tebeo norteamericano actual y que no sería de extrañar pudieran atraer a un público más joven.
Una entretenida lectura, a ratos sorprendente, que no creo que deje indiferente a quien se atreva con ella, que a buen seguro convencerá, y con creces, a los fans del Eastwood de la trilogía del Dólar o Deadwood y que se puede disfrutar ahora en castellano con los tres tomos publicados por Planeta.

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